El Día del Cóndor: Una Llamada Urgente para Salvar a los Guardianes de los Andes

Lunes 14 de julio del 2025

Cuando el Tiempo se Agota

En los páramos del Antisana, donde el viento susurra secretos ancestrales, una historia de supervivencia se escribe cada día. Es la historia del cóndor andino, el majestuoso guardián de los cielos ecuatorianos, que hoy enfrenta su batalla más difícil: la extinción.

 

La Fundación Ecuatoriana de Conservación Sembrando Esperanza decidió actuar. El 19 y 20 de julio de 2025, se organizarán dos eventos únicos en el Parque Nacional Antisana para conmemorar el Día Nacional del Cóndor Andino, que se celebra cada 7 de julio desde 1996. Un workshop de fotografía de fauna silvestre y un encuentro con la naturaleza que permitirá a los participantes observar cóndores, venados cola blanca y aves raras como el Neotropic Cormoran.

 

Pero estos eventos tienen un propósito más profundo que la simple observación. Cada inscripción, cada participante, contribuiría a algo más grande: la construcción del Centro de Educación Ambiental en Tambo Cóndor, un espacio donde las futuras generaciones aprenderían sobre la importancia de proteger a estas especies emblemáticas.

 

El Proyecto que Puede Cambiar el Futuro

El Proyecto Guardianes de los Andes nació de una necesidad urgente. Con apenas 150 cóndores registrados en el último censo nacional de 2018, Ecuador enfrenta una crisis silenciosa. La fundación, en colaboración con Tambo Cóndor, lanzó una campaña de crowdfunding para crear un Centro de Educación Ambiental y un Sendero Ecológico Autoguiado.

 

Este centro no sería solo un edificio; sería un puente entre la humanidad y la naturaleza. Un lugar donde niños, jóvenes y adultos descubrirán por qué el cóndor y el oso de anteojos son especies paraguas – al protegerlos a ellos y su hábitat, se protegen muchas otras especies y ecosistemas enteros.

 

La Urgencia de Actuar Ahora

Los páramos andinos no son solo el hogar del cóndor; son la fuente del agua de Quito. Estos ecosistemas frágiles albergan al oso de anteojos, otra especie en peligro crítico, que actúa como dispersor de semillas y regenerador de bosques. Ambas especies enfrentan amenazas similares: pérdida de hábitat, envenenamiento y conflictos con comunidades locales.

 

La realidad es cruda: entre 2018 y 2019, murieron 20 cóndores por envenenamiento, equivalente al 13% de la población total. Si esta tendencia continúa, las próximas generaciones solo conocerán al cóndor en fotografías.

 

Los eventos del Mes del Cóndor representan más que una celebración; son un acto de resistencia contra la extinción. Cada participante se convirtirá en un guardián, cada fotografía tomada en el workshop será un testimonio de vida, cada avistamiento durante el recorrido será una promesa de futuro. Los fondos recaudados no solo construirían un centro educativo, sino que sembrarán esperanza en los corazones de quienes aún creen que es posible salvar a los últimos guardianes de los Andes.

 

 

«Quién planta un árbol, planta esperanza.» Lucy Larcom

JUNTOS SOMOS PARTE DE LA SOLUCIÓN

“Cada árbol que plantas, marca una diferencia”, Jane Goodall     

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