Sábado 29 de marzo del 2025
En una jornada llena de entusiasmo y compromiso ambiental, la Hacienda los Mortiños, ubicada en la entrada norte del Parque Nacional Cotopaxi, se convirtió en escenario de una significativa labor de reforestación.
Con el auspicio de BUPA y la colaboración de Runawana, 65 voluntarios de todas las edades se dieron cita para plantar especies nativas como achupalla, chachacomo, chilca de paramo, piquil y polylepis, contribuyendo a la restauración de este valioso ecosistema andino.
La mañana comenzó con inspiradoras palabras de Natalie y Guido, quienes motivaron a los presentes a conectar con la importancia de su labor.
El equipo técnico de la fundación compartió instrucciones precisas sobre la correcta técnica de siembra, y pronto, el entusiasmo se apoderó del grupo.
Aunque el majestuoso Cotopaxi se mostró tímido entre las nubes, su presencia se sentía en cada rincón del paisaje.
A mitad de la jornada, el cielo decidió sumarse a la celebración. La lluvia comenzó a caer, bendiciendo los pequeños árboles recién plantados.
Lejos de desanimar a los voluntarios, este regalo de la naturaleza fortaleció su determinación. Nadie se detuvo; todos continuaron su labor con renovada energía, comprendiendo que cada gota de agua era vital para las nuevas raíces.
Entre los participantes se reconocieron muchos rostros familiares, personas que han hecho de estas jornadas una tradición personal, demostrando que el compromiso con la naturaleza puede convertirse en un hábito transformador.
Para otros, era su primera experiencia en reforestación, descubriendo la satisfacción de contribuir directamente a la conservación del entorno.
Al finalizar, un reconfortante chocolate y café caliente esperaba a los voluntarios, premio perfecto tras la lluvia y el esfuerzo compartido.
Más allá de los árboles plantados, la jornada dejó sembrada la semilla de la conciencia ambiental en cada participante.
El involucramiento de la sociedad civil en estas iniciativas ha sido extraordinario, reflejando un creciente compromiso colectivo con nuestros ecosistemas.
En esta oportunidad gradecemos profundamente a cada voluntario por su invaluable aporte, y especialmente a Natalie y Denisse de Runawana, cuyo incansable trabajo para convocar y ser parte de estas actividades representa un ejemplo inspirador de liderazgo ambiental comunitario.
Agradecemos también el aporte económico de BUPA y su filosofía de que la salud y del planeta están íntimamente ligadas, precepto que compartimos.
JUNTOS SOMOS PARTE DE LA SOLUCIÓN
“Cada árbol que plantas, marca una diferencia”, Jane Goodall
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
Deja una respuesta