Uno de los aspectos que caracteriza el accionar de la Fundación, es construir sinergias, en esta oportunidad contamos con el auspicio de la empresa Económica CIC y de Seguros BUPA, y también con la colaboración del grupo Jóvenes en Acción Política, la comunidad se unió para sembrar esperanza en una quebrada que sufrió los estragos de los incendios que azotaron Quito.
La meta era ambiciosa: plantar 415 árboles, arbustos y plantas nativas, incluyendo especies como cholán, capulí, yalomán, Llin-Llín, sacha capulí, aliso y chilca, fue una inspiradora jornada de reforestación.
Alrededor de 30 voluntarios, estudiantes de universidades como la Católica, Central y San Francisco, se dieron cita en la quebrada.
Jóvenes comprometidos, algunos incluso viajaron desde Cayambe, demostrando que las nuevas generaciones están cada vez más conscientes y preocupadas por el bienestar del planeta.
Su entusiasmo y energía contagiaron a todos los presentes, transformando el arduo trabajo en una verdadera celebración.
Es sorprendente ver cómo cada día las generaciones más jóvenes se involucran en acciones concretas para mitigar los efectos del cambio climático.
La jornada comenzó con los voluntarios trasladando árboles y herramientas al área de siembra.
Rápidamente, se organizaron en dos grupos: uno encargado de abrir los hoyos y el otro de plantar los árboles. El trabajo fue demandante, pero la satisfacción de contribuir fue aún mayor.
Al final del día, cada voluntario se retiró con la alegría de haber aportado su granito de arena a la recuperación de este importante espacio natural.
Un sincero agradecimiento a todos y cada uno de los voluntarios por su valiosa participación, agradecemos también a BUPA y Económica CIC por contribuir en el aspecto económico y también con voluntarios.
JUNTOS SOMOS PARTE DE LA SOLUCIÓN
“Cada árbol que plantas, marca una diferencia”, Jane Goodall
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