En una jornada llena de entusiasmo y compromiso ambiental, 166 voluntarios de todas las edades se dieron cita en el Parque Metropolitano Guangüiltagua para participar en una ambiciosa campaña de reforestación con el auspicio de Ecuasanitas.
Clientes, fuerza de ventas y sus familias se unieron con un objetivo común: plantar 1045 árboles y arbustos nativos para revitalizar este pulmón verde de Quito.
La escena era conmovedora: niños, jóvenes y adultos trabajando codo a codo, sembrando especies como capulí, tilo, pumamaqui, arrayán, pusupato, arbustos como chilcas, entre otros.
Era particularmente inspirador ver a los más pequeños plantar sus propios arbolitos, demostrando que el cuidado del medio ambiente no tiene edad.
La energía del grupo era contagiosa, con todos los participantes mostrando un entusiasmo desbordante por contribuir a esta noble causa.
Esta jornada es parte de un esfuerzo continuo que lleva ya una década donde la Fundación ha plantado 14.458 árboles y arbustos nativos, consiguiendo transformar áreas de pastizal en bosques nativos en desarrollo.
La biodiversidad está regresando, como lo demuestra el hallazgo de una madriguera de pequeños ratones al inicio de la jornada, un signo alentador de que los esfuerzos están dando frutos.
A pesar del cansancio, la jornada concluyó alrededor de las 12:30 con una sensación generalizada de deber cumplido.
Como si la naturaleza quisiera agradecer el esfuerzo, una lluvia oportuna comenzó justo al finalizar la siembra.
A todos los voluntarios que dedicaron su tiempo y energía a esta causa, un profundo agradecimiento. Cada árbol plantado es un paso más hacia un futuro más verde y sostenible para Quito.
JUNTOS SOMOS PARTE DE LA SOLUCIÓN
“Cada árbol que plantas, marca una diferencia”, Jane Goodall
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