Domingo 20 de octubre del 2024
Nos reunimos en el Parque Metropolitano Guangüiltagua con una meta: plantar 400 árboles nativos en la zona afectada por los recientes incendios.
Este esfuerzo fue posible gracias a un grupo de estudiantes y sus familias que impulsan el proyecto «Un árbol memorable»: no solo plantaron, sino que previamente hicieron un gran esfuerzo para recaudar los fondos necesarios para hacer realidad esta siembra.
El área en el que plantamos estaba previamente cubierta por el eucalipto que ardió y, en parte, se convirtió en cenizas. El panorama era desolador: el fuego arrasó con la totalidad de los arbustos y parte de los árboles.
Trabajaremos para restaurar las áreas afectadas, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático y para que prevalezca un bosque nativo, ya que el eucalipto, que, si bien tiene muchos beneficios, es una especie exótica que no permite el desarrollo de nuestra biodiversidad.
Las especies nativas que se incluyeron fueron capulíes, guabas, guarangos, laurel de cera, arrayán, pumamaquis y podocarpus, entre otros.
Al sumar, contamos con 180 participantes. El compromiso y la buena energía de cada uno de los voluntarios fue fundamental para el éxito de esta jornada.
Con sus manos llenas de tierra y sus corazones dispuestos, demostraron que la unión y el esfuerzo colectivo pueden marcar una diferencia en la recuperación del medio ambiente.
La reforestación no solo ayuda a restaurar los ecosistemas dañados, sino que también desempeña un papel crucial en la mitigación del cambio climático.
Los árboles son esenciales para absorber dióxido de carbono (CO₂) y liberar oxígeno, lo que contribuye a mejorar la calidad del aire y a combatir los efectos del calentamiento global.
En un momento en que las acciones para frenar el cambio climático son más necesarias que nunca, iniciativas como esta resaltan la importancia de involucrar a la comunidad en la protección del planeta.
El evento culminó con un agradecimiento especial a todos los participantes, en especial a los padres de familia, cuyo apoyo ha sido fundamental para llevar a cabo este esfuerzo.
Su compromiso no solo proporciona una valiosa lección sobre la responsabilidad ambiental, sino que también inspira a las futuras generaciones a cuidar y proteger su entorno.
Esta jornada de reforestación es un recordatorio de que cada acción cuenta en la lucha por un mundo más sostenible.
Con cada árbol plantado, se da un paso más hacia un futuro más verde y saludable.
“Cada árbol que plantas, marca una diferencia”, Jane Goodall
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