El auspicio de Seguros BUPA, nos permitió contar con los recursos para organizar una jornada plena de esperanza y compromiso ambiental, las faldas del Casitagua fueron testigos de un hermoso acto de restauración ecológica.
La comunidad de Pusuqui, junto a diversas organizaciones, se unieron en una jornada de reforestación que dejó huella no solo en la tierra, sino en los corazones de todos los participantes.
El domingo comenzó temprano, a las 8:00 am, cerca de 70 voluntarios de todas las edades se congregaron al pie del Casitagua, listos para devolver la vida a este importante ecosistema.
La Fundación junto a Amazanka, la comunidad y la Administración Zonal La Delicia unieron fuerzas en esta noble causa.
El entusiasmo era palpable. Niños, jóvenes y adultos escucharon atentos las palabras de motivación que dieron inicio a la jornada.
Cada uno comprende la importancia de su labor: plantar 100 árboles, arbustos y plantas nativas como higueras, llin-llin, nogal y cholán, entre otros, especies perfectamente adaptadas al ecosistema local.
La preparación había comenzado días antes, cuando los reclutas de la Escuela Militar Eloy Alfaro realizaron el hoyado, facilitando así la tarea de siembra.
Los voluntarios, con herramientas e insumos en mano, se distribuyeron por la zona mientras el personal del Municipio aportaba con abono e hidrokiper para cada hueco.
Entre los momentos más conmovedores de la jornada, destacó el testimonio de Patty, una vecina de la Urbanización Pusuqui. Con lágrimas en los ojos, nos compartió que en ese mismo sector había perdido a su hijo, quien le había enseñado la importancia de cuidar la naturaleza. Su participación en la siembra fue un homenaje a esa enseñanza, un acto de amor que conmovió a todos los presentes.
Esta historia personal refleja el profundo vínculo que la comunidad ha desarrollado con este espacio natural.
Los habitantes de Pusuqui y del barrio John F. Kennedy no solo participan en jornadas de reforestación, sino que mantienen un compromiso constante con la protección del hábitat, cuidando cada planta y velando por la integridad del ecosistema.
Resulta inspirador observar cómo las generaciones más jóvenes se involucran cada día más en estas iniciativas, como es el caso de la Unidad Educativa William Caxton College.
La jornada concluyó alrededor de las 11:00 am con un merecido refrigerio, cortesía de Agroplásticos, Pizzelimedical, la fundación y la propia comunidad.
Pero lo que quedó plantado va más allá de los árboles: se sembraron lazos comunitarios, conciencia ambiental y un compromiso renovado con la naturaleza.
Agradecemos profundamente a cada uno de los voluntarios que dedicaron su tiempo y energía a esta causa, a la Unidad Educativa William Caxton Collegela, la Administración Zonal La Delicia, la Fundación Quebradas Vivas, Plastiline y todas las empresas que generosamente donaron los refrigeradores.
Un agradecimiento especial a Seguros BUPA que aportó a la Fundacion los recursos económicos para el financiamiento de la jornada.
Juntos, estamos construyendo un futuro más verde y sostenible para Pusuqui y para el planeta.
Cada árbol plantado es un paso más hacia la recuperación de nuestros ecosistemas.
Cada mano que participó es parte de la solución.
JUNTOS SOMOS PARTE DE LA SOLUCIÓN
“Cada árbol que plantas, marca una diferencia”, Jane Goodall
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